EL TALLER 1: LOS TRASTOS DEL TRASTERO

Llega un momento en la vida en que uno tiene que independizarse, dejar de torturar a la familia y marcharse a otro sitio. Y no es porque me lleve mal con mi familia, ni porque ellos me quieran tirar, es simplemente por amor a ellos. Porque cada vez que les dices que vas a hacer otro escudo, o que quieres hacer más malla, o cortar cuero, te das cuenta que los ojos de tu madre muestran cierta tristeza al mirar la mesa del comedor mientras te dice: ten cuidado con ella. A veces dudo entre si prefieren que me corte yo, o corte a la mesa jeje. Debido a todo esto llegamos a parar al...

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RETO 5.0

Encontrar un espacio donde poder trabajar sin riesgos de destrozar el mobiliario de casa.

Materiales a conseguir:

1- Lugar X

2- Productos de limpieza
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En un intento de buscar un espacio propio donde instalarme acudí al comercio de mi madre, el cual tiene un almacén bastante grande, sin embargo me renegaron ya que en verano, el almacén está hasta los topes, y tampoco es plan de dar martillazos mientras se venden regalos. Posteriormente pensé en un balcón que tengo enfrente de mi ventana, bastante grande y en el que solo hay 1 tendedero, pero de nuevo el martillo de mi madre me golpeó con fuerza, pero eso sí, con cariño. Cuando ya parecía que no había esperanza lo recordé, aquella habitación en el garaje, algo pequeña, pero alejada de todo, sombría y con puerta metálica, era EL TRASTERO.

El trastero estaba repleto de cajas cerradas de la última mudanza (fue hace 4 años), estanterías sin montar, una bici, un carrito de la compra (sí, ese al que le quite ciertas barras de 8 mm...). En él habitaban seres extraños, una especie de bichitos de 1 cm. de largo que al morir se quedaban incrustados en la pared, arañas, un ciempiés. Sin embargo, tras todo aquel panorama vi una luz, vi un cuarto limpio, con lejas, con una mesa donde poder cortar y dar martillazos, vi MI TALLER.

El trabajo no iba a ser fácil, tenía que sacar todos los trastos, revisar caja por caja, tirar lo que no sirviera, y clasificar y guardar el resto. Tras un par de días tirando y sacando trastos conseguí limpiarlo más o menos todo, además compré una nueva estantería metálica para colocar más cosas y así aprovechar el espacio.

El siguiente paso fue poner un enchufe para conectar los distintos aparejos como el taladro, la sierra de calar, la circular, la radio, etc. Para esta tarea recibí una pequeña ayuda y tras un rato enredando con los cables, cuatro ayudantes muertos, y otros 2 en coma, el enchufe funcionaba a la perfección.